segunda-feira, 27 de agosto de 2012

El Rancho


La voz Rancho es vocablo internacional de clásico léxico marinero, y que pocas palabras como ella han conservado en el universo los tragos de su grafía primitiva. De esa manera se explica que dicha palabra a través de los mares trasmitiese también  a tierra sus acepciones habidas a bordo, ya sea en la concepción de viviendas pequeñas, como en el sentido de reunión, ración y turno, entre las comidas efectuadas entre conmilitones.

Y aunque ese nuevo tipo de vivienda en América fuese construido con idénticos materiales y sistemas de preparación al usado en las chozas indígenas, tomo su nombre inmigratorio por la forma adquirida. El gaucho, como descendiente del indio y español, tomo de cada cual un poco para fabricar su casa de acuerdo a las conveniencias particulares. 

El gaucho vivió solo en su tierra a la cual nada le ligaba mas que el echo de haber nacido en ella. La libertad, en ellos, fue lema innato a sus espíritus como el caballero a sus testas o el color a sus pupilas. El gaucho no comprendió ni tolero la esclavitud. Aborreció la explotación del hombre al hombre. No vivió en sociedad porque el conquistador lo ahuyentó brutalmente, de sus dominios, y el indio le desbarataba en sus planes de paz.

El gaucho vivió solo. Un hogar de otro distaba, a veces, leguas y leguas de distancia, silencios y desamparos.

La zona en que el gaucho aprendió a trabajar, sufrir divertirse, la llamó Pago.


Ranchos con paredes de palo a pique.

Una de las formas de amparar al rancho de la violencia del viento en sus paredes y tal vez la más apropiada y general en el sur pampeano, fue la de hacerle sus paredes con palos a pique, es decir, con maderas clavadas a la tierra verticalmente y colocadas unas al lado de otras, y revocadas interiormente con barro podrido, que es la forma en que mas se adhiere a las superficies a las cuales se le aplica. Se le hacia un revoque fino con una delgada capa de barro y estiércol.
 
 
Construcción del rancho.

El gaucho, para levantar su vivienda, antes que nada trato de encontrar las maderas apropiadas al tipo de construcción. Comenzaba por plantar los horcones en el sitio elegido y a distancia concordante a sus deseos. Después ubicaba la cumbrera, recia, firme y colocada horizontalmente, sin mas nivel que su ojo. Efectuado ese arco, solo le faltaba ¨ buscarle la escuadra¨ en lo que seria la planta de la construcción para que su aposento fuese perfectamente rectangular. Encontrado el lugar donde se afianzaría el primer parante con una distancia igual a la habida entre los dos horcones, y otra entre el horcón y el mencionado parante, hallo el sitio del segundo parante.
Dependencias

El rancho no gozo mas que de dos ambientes: el dormitorio o dormitorios, llamados cuartos o piezas, y la cocina. Los cuartos median desde unos dos metros y medio o tres de ancho, por unos tres o cuatro de largo, hasta algunas otras de mayores dimensiones. El piso era de tierra apisonada. Solamente cabían los pocos y rústicos muebles, construidos por la cuja (en lenguaje popular, la cuna), vulgar canasto hecho con cuatro palos clavados en el suelo u unidos de dos en dos por otros tantos largueros atados con guasquilla, que mantenían en cuero tenso que oficiaba de jergón.


Fuente: tierradegauchos.com


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